Ruta del viaje
Saliendo de Zaragoza, hay que coger la N-232 en dirección a Castellón y luego la A-222 hasta que lleguemos al pueblo viejo, momento en el que giraremos a la derecha y seguiremos la carretera A-220 hasta que enseguida nos aparezca a la izquierda el antiguo arco de la Villa, en donde dejaremos el coche.
El pueblo es famoso por haber sido destruido durante la guerra civil española, primero tras ser atacada por el ejército republicano en su avance hacia Zaragoza en el año 1937 y posteriormente por el contraataque franquista y posterior conquista.
Batalla de Belchite
Batalla de Belchite
Hay que tener en cuenta que pueden visitarse las ruinas del pueblo viejo de forma concertada, por el día o durante la noche (ver más detalles en el apartado "Visitas").
Iglesia de San Agustín
Interior de la iglesia
Iglesia de San Martín
Pechina de la iglesia
Pueblo
Iglesia San Agustín
Si nos hemos quedado con ganas de ver más cosas relacionadas con la batalla, por los alrededores quedan restos que dan cuenta de la magnitud de la misma.
Por donde años atrás circulaba la antigua vía de ferrocarril de la empresa MFU, uniendo Zaragoza con Utrillas, existen los restos de unas trincheras en un monte que está pegado a la vía, muy cerca de los restos del viaducto (ignoro su estado)
Detrás de estos restos y al otro lado del monte, se hallan los restos de trincheras y los restos de un pequeño búnker (llamado la Serretilla), (ignoro su estado y su posición exacta).
Volviendo al pueblo nuevo y cogiendo de nuevo la A-222 en dirección a Lécera, dejamos a la izquierda el cruce de una carretera, la A-1307, que más tarde comentaré. Seguimos hacia delante y enseguida nos encontraremos a la derecha con los restos del antiguo seminario. A la izquierda, en lo alto del monte y conectada por la misma A-222, cerca del cementerio hay una cruz en recuerdo de los requetés del Tercio de Almogávares que defendieron la zona.
Frente al Seminario se encuentra lo que actualmente se conoce como casa Rusia, y que en la posguerra fue donde vivían los prisioneros republicanos que construían el nuevo Belchite.
Volviendo de nuevo a la carretera en dirección a Belchite, hay que tomar la carretera antes mencionada (A-1307) con dirección a Azaila. Al llegar al desvío de la carretera hacia Vinaceite, sale a la izquierda un camino de tierra, que nos lleva a los restos de una casa (Paridera del Maestro) y a una loma de la que quedan restos mal conservados de lo que en su día fueron unas trincheras republicanas.
De nuevo en la A-1307 volvemos hacia Belchite, y a unos 3 kilómetros, a la izquierda sale una pista de tierra que seguiremos hasta una bifurcación en la que tomaremos el camino de la derecha, seguiremos por él y a nuestra izquierda al fondo, en medio de un campo de cultivo, se ven los restos de varios barracones que fueron las instalaciones de un aeródromo republicano que se construyó.
Seguiremos por esa pista hasta el final, en un momento dado girará hacia la izquierda y nos saldrá un primer cruce, que ignoraremos; no así el segundo que cogeremos e iremos hacia la derecha. Enseguida aparece a la derecha en un campo de cultivo los restos de un búnker con trinchera hormigonada, cuyo acceso está obstruido.
En diagonal a él, en el monte de enfrente supuestamente hay marcados unos restos que yo no he conseguido encontrar, ya que ignoro lo que hay que encontrar.
Volvemos a la carretera y giraremos a la derecha en dirección a Vinaceite para enseguida volver a girar, esta a vez a la izquierda para coger la pista asfaltada que lleva al vertedero, que hay que rodear por la pista que sale a la derecha junto a su entrada, ya que conduce a otra posición.
La pista es más o menos cómoda y acaba donde están las posiciones.
Lo primero que aparece es un nido de ametralladora del que falta el techo, tiene la particularidad de que en el centro tiene un enorme círculo de cemento en el que se supone que iría la ametralladora y quien disparaba. También se observa una enorme trinchera que protegía el acceso al búnker. Junto a la trinchera, en su parte izquierda aparecen unas escaleras que descienden a lo que era el refugio, hoy cegado; un poco más adelante y siguiendo la trinchera se encuentra el segundo acceso.
Cogiendo el otro ramal de la trinchera nos lleva a los restos de la antigua paridera del Saso, hoy en ruinas. A partir de ahora los ojos bien abiertos porque en la parte derecha nos aparecen los restos de tres troneras que nos permiten acceder a una red de trincheras cubiertas en buen estado de conservación (recomendable llevar linterna o casco con luz), que casi rodea por completo la paridera.
Uno de los nidos
Tronera
Bajada
Trinchera cubierta
Restos de la Paridera
De vuelta a la carretera volvemos a la A-1307 para volver hacia Belchite, y casi cuando se llega a la A-222 a la derecha aparecen en lo alto de un monte los restos de un calvario y de una ermita.
En la ermita se dispuso una batería republicana disparando al pueblo de Belchite, en cuyas paredes se pueden observar las troneras que hicieron los soldados para disparar a los nacionales.
Detrás de la ermita, en medio del campo, se encuentran los restos mal conservados de un nido de ametralladoras. No se ve nada más que un par de troneras semienterradas en el suelo.
En las cercanías del pueblo se encuentra el cerro del Lobo, un monte cercano a Letux desde donde los republicanos batían con artillería al pueblo de Belchite.
Otro sitio donde quedan restos es detrás de la ermita de la Virgen del Pueyo, junto a la carretera A-220 que va hacia Cariñena. Junto a la ermita se encuentran los restos de una pequeña trinchera y lo que parece una explanada donde pudo haber una batería nacional. Siguiendo la pista que sale junto a la ermita y se interna en el pinar, a medio camino aparece una placa en la que consta que esa pista la hicieron la brigada de zapadores llamados "Barbis" (llamados así por la barba que lucían todos los soldados).
Para comprender los que realmente pasó os recomiendo la lectura del libro "Belchite" de Amaro Izquierdo, alférez provisional que vivió y sufrió en sus carnes los hechos. Otro libro interesante es el editado por el Periódico de Aragón y la DPZ titulado "La guerra se acelera: Ofensivas republicanas en Huesca y Belchite", de la colección La guerra civil en Aragón número 8. Otro interesante es editado por El Mundo titulado "Maniobras de distracción en Belchite. Septiembre de 1937", número 17 de la colección La guerra Civil española mes a mes.
Igual de interesante es la trilogía de cómic del autor Sento Llobell, que trata de las memorias del médico Pablo Uriel durante la guerra.
De vuelta a la carretera volvemos a la A-1307 para volver hacia Belchite, y casi cuando se llega a la A-222 a la derecha aparecen en lo alto de un monte los restos de un calvario y de una ermita.
Detrás de la ermita, en medio del campo, se encuentran los restos mal conservados de un nido de ametralladoras. No se ve nada más que un par de troneras semienterradas en el suelo.
En las cercanías del pueblo se encuentra el cerro del Lobo, un monte cercano a Letux desde donde los republicanos batían con artillería al pueblo de Belchite.
Otro sitio donde quedan restos es detrás de la ermita de la Virgen del Pueyo, junto a la carretera A-220 que va hacia Cariñena. Junto a la ermita se encuentran los restos de una pequeña trinchera y lo que parece una explanada donde pudo haber una batería nacional. Siguiendo la pista que sale junto a la ermita y se interna en el pinar, a medio camino aparece una placa en la que consta que esa pista la hicieron la brigada de zapadores llamados "Barbis" (llamados así por la barba que lucían todos los soldados).
Para comprender los que realmente pasó os recomiendo la lectura del libro "Belchite" de Amaro Izquierdo, alférez provisional que vivió y sufrió en sus carnes los hechos. Otro libro interesante es el editado por el Periódico de Aragón y la DPZ titulado "La guerra se acelera: Ofensivas republicanas en Huesca y Belchite", de la colección La guerra civil en Aragón número 8. Otro interesante es editado por El Mundo titulado "Maniobras de distracción en Belchite. Septiembre de 1937", número 17 de la colección La guerra Civil española mes a mes.
Igual de interesante es la trilogía de cómic del autor Sento Llobell, que trata de las memorias del médico Pablo Uriel durante la guerra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario