Es una ruta muy fácil de hacer a la vez que entretenida.
En esta entrada descubro uno de los sitios más bonitos de Montalbán. La fuente de Valdemiguel, ubicada al pie del macizo de la Muela.
La fuente se halla a medio camino de la subida a este monte. Para llegar a ella, se puede ir por dos sitios distintos:
• Por un sendero de pequeño recorrido señalizado y que se coge frente al cuartel de la Guardia Civil (situado a la entrada del pueblo desde Teruel o Zaragoza), en la calle Parque Cultural por la que hay que seguir hasta llegar al tanatorio, momento en el que sale una pista a nuestra izquierda que hay que seguir hasta cruzar el río Martín y coger la senda que entre campos de cereal poco a poco va subiendo hasta un abrevadero, una balsa y un edificio en ruinas empleado cuando se repobló el monte. En ese momento se alcanza una pista forestal desde la que sale una nueva senda que asciende hasta la fuente, en donde descansar y beber un buen trago de agua. Hacer este recorrido cuesta unos 30 minutos aproximadamente.
• Seguir la N-211 en dirección a Alcañiz, y, por la primera curva a izquierda junto a un almacén coger la pista que sale. En la bifurcación junto al corral, hay que coger la pista de la derecha, que sube bruscamente y desde la cual dejamos el depósito del agua a nuestra izquierda. Dicha pista no se deja hasta llegar al pie de la fuente, que está indicada con un panel y una flecha de madera. Esta pista puede recorrerse en vehículo, si bien hay que extremar las precauciones porque las lluvias y el tráfico pueden deteriorar su firme. Andando son unos 45 minutos.
Un poco más arriba de la fuente hay un pequeño mirador desde el que se obtiene una bonita y espectacular vista del valle del Martín y desde el que se puede continuar hasta la parte más alta de La Muela, en donde hay dos cuevas, la del Candil y la del Greñicas (sobre ésta hay una curiosa historia que os contaré en otra ocasión) y otro mirador, y desde allí poder bajar por el Morrón Royo, que está en el otro extremo del macizo.
La fuente de Valdemiguel es un llovedor que resbala por la roca haciendo florecer musgos y otras plantas, hasta caer en un pilón y de ahí salir por una boquilla, apta para el consumo. Luego el regreso se puede hacer por la pista forestal de la derecha o bajando por el camino, dependiendo de cual se haya escogido en la subida.
Fotos cortesía de Juan Carlos Gordillo
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